sábado, 24 de mayo de 2014


METALLICA - "BY REQUEST: SANTIAGO, CHILE 2014".

Han pasado casi dos meses desde la última presentación de los que yo considero como "Los Más Grandes" y la cuarta visita de Metallica a Chile aún para mi sigue siendo tema de conversación.
Mi devoción por los oriundos de San Francisco es algo innegable y esa noche del 27 de marzo no saldrá tan fácilmente de mi retina.
Cuando supe que "Los Cuatro Jinetes" pisarían por cuarta vez suelo chileno lo único que deseaba en ese momento era que marzo llegará pronto, esa ansiedad aumento cuando supe que el publico podía escoger las canciones que se interpretarían; sin embargo me sentí decepcionado al ver que dentro del setlist se excluían temas como "Dyers Eve"; "Hit  The Lights" y "Phantom Lord".
Cuando al fin llego el día más esperado del 2014 la emoción se apodero de mi al sonar "Ectasy Of Gold" y a contar de ese momento di rienda suelta a mis instintos más salvajes que se exacerbaron con temas como "Battery", "Welcome Home" (Sanitarium), "The Unforgiven" y la que espere por una década y media: la canción que me sigue volando la cabeza a pesar de que han transcurrido muchos años desde que la escuche por primera vez: "...And Justice For All".
El desarrollo del recital fue un espiral de emociones debido a la nostalgia que producía escuchar clásicos como "Fade To Black", "Orion", "For Whom The Bell Tolls", "One" y "Blackened". De algunos temas del "Black Álbum" no hablaré; sin embargo para mí es necesario comentar la interpretación de "Nothing Else Matters" que por letra es una de las mejores composiciones de la agrupación comandada por James Hetfield.
La cuota de justicia la puso "la canción del día" que dio la posibilidad de que el publico chileno se reivindicara con el fans más acérrimo de Metallica ya que para mi era inconcebible que "Whiplash" no fuese parte del setlist y cuando comenzaron a sonar los riffs de aquella canción se prendieron las bengalas y se desato el moshpit en varios rincones del gramado del Estadio Monumental David Arellano (El hogar DEL MÁS GRANDE).
La gloriosa jornada de aquel día jueves termino con "Seek And Destroy" que fue el broche de oro para que según mi gusto personal fue la presentación más solida de Metallica en nuestro país.
Odiados por muchos y venerados por otros la banda fundada en 1981 mostró un show más que decente, los fantasmas que hacían presagiar una pobre performance de Lars se disiparon con el correr de los minutos y aunque siempre existen algunos ripios en el sonido estos no lograron opacar la gran presentación del cuarteto estadounidense.
Metallica seguirá siendo lo más grande...digan lo que digan, porque humildemente considero que la banda hace años se instalo en el olimpo de los dioses del rock pesado.

Por Corpsewithasoul.


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